Un potente terremoto de magnitud 7,7 azotó el centro de Myanmar este viernes, provocando más de 20 muertes y dejando decenas de desaparecidos. El sismo, con epicentro al noroeste de Sagaing y a poca profundidad, se sintió con fuerza en Tailandia y el sur de China. La destrucción de un edificio de 30 pisos en construcción en Bangkok, Tailandia, es una de las consecuencias más graves, con servicios de emergencia buscando a trabajadores atrapados bajo los escombros.
En Bangkok, la capital tailandesa, la magnitud del temblor llevó a la declaración de zona de desastre de nivel 2. Un rascacielos en construcción, identificado como la nueva Oficina de Auditoría Estatal del Reino de Tailandia, se desplomó en el parque Chatuchak, donde se encontraban alrededor de 320 personas. El Instituto Nacional de Medicina de Emergencia de Tailandia (NIEM) confirmó una muerte, 50 heridos y 20 trabajadores atrapados en un ascensor.
El impacto del terremoto también fue significativo en Myanmar. En la capital administrativa, Naypyidaw, se reportaron grietas en paredes, caídas de techos y carreteras severamente afectadas. En Mandalay, varios edificios se derrumbaron, incluyendo parte del antiguo palacio real. El gobierno militar de Myanmar informó de al menos 144 muertos y más de 730 heridos. Un puente de 90 años se derrumbó en la región de Sagaing y se dañó la carretera entre Mandalay y Yangón.
Apenas unos minutos después del sismo principal, se registró una réplica de magnitud 6,4, elevando la alarma en la región. El gobierno militar de Myanmar declaró el estado de emergencia en seis regiones y estados, aunque la actual guerra civil podría dificultar la llegada de ayuda. La Cruz Roja señaló que la caída de cables eléctricos también complica el acceso a las zonas afectadas.
