A pocas horas de conocerse al ganador de Gran Hermano, los cuatro finalistas vivieron una de las experiencias más esperadas del reality: el reencuentro con el mundo exterior. Luz, Ulises, Tato y Eugenia compartieron una cena emotiva con Santiago del Moro, quien ingresó por última vez a la casa para mostrarles imágenes, reacciones y datos que revelan el fenómeno que desató el programa durante su emisión.
La velada incluyó momentos de sorpresa y emoción. Los jugadores vieron videos que resumieron cómo fueron seguidos en redes sociales, medios y programas de televisión. Uno de los puntos más impactantes fue cuando se enteraron de que la eliminación de Renato Rossini había superado el 92% de votos negativos, algo que generó un fuerte impacto entre ellos.
También revivieron las repercusiones de sus excompañeros fuera del programa, como el fugaz romance entre Nano y Jenifer, o la viralización de muñecos inspirados en los finalistas. No faltaron los momentos de distensión, como el reconocimiento callejero que vivió el papá de Chiara o el reencuentro, aunque virtual, con Paris, la perra que convivió con ellos y que fue adoptada por su veterinario.
Uno de los instantes más emotivos lo protagonizó Ulises, quien se quebró al escuchar un saludo personalizado de Moria Casán, su ídola. La emoción continuó con la proyección de las caravanas y movilizaciones organizadas en Córdoba, Jujuy, Santiago del Estero y Uruguay, donde familiares, amigos y fanáticos mostraron el apoyo masivo a los finalistas.
El cierre de la cena trajo una sorpresa final: los números en redes sociales. De apenas unos miles de seguidores antes de ingresar a la casa, los cuatro finalistas ya superan los 200 mil en Instagram, señal de una popularidad que podría abrirles las puertas al mundo de los medios, la publicidad y el contenido digital tras la final del programa.
Además, se anunció que se abre un nuevo casting para Gran Hermano: Generación Dorada. Acá la presentación:
