El economista Rubén Serruya analizó en Radio Facundo Quiroga el proyecto de ley presentado por Ricardo López Murphy para reemplazar la moneda nacional por una nueva denominada “argentum”, con una conversión de mil pesos por un argentum. “Es un proyecto que tiene que pasar por comisión, buscar acuerdos entre bloques y recién después podría convertirse en ley. En caso de aprobarse, entraría en vigencia el 1° de enero de 2026, con un período de transición de seis meses donde convivirían ambas monedas”, explicó.
Según detalló, “todas las cuentas bancarias, los saldos, los pagos, las jubilaciones y los sueldos pasarían automáticamente de pesos a argentum, respetando la equivalencia nominal”. También señaló que el Banco Central sería el encargado de emitir los nuevos billetes. Sin embargo, advirtió: “La propuesta no es una solución económica de fondo, no combate la inflación ni mejora el poder adquisitivo. Es una medida simbólica y técnica pensada para simplificar el sistema monetario”.
El economista destacó que “este tipo de reconversión ya ocurrió en Argentina en cuatro oportunidades: en 1970 con el peso ley, en 1983 con el peso argentino, en 1985 con el austral y en 1991 con el peso convertible”. En todos los casos, explicó, “se eliminaron ceros de la moneda anterior, pero sin resolver los problemas estructurales de la economía”.
Serruya fue claro: “Lo que se necesita es recuperar la confianza y la estabilidad de la moneda. Hoy todos piensan en dólares para ahorrar porque no hay herramientas en pesos que lo permitan. Los plazos fijos están por debajo de la inflación, y eso empuja a la gente a dolarizar sus ahorros”, remarcó. Y agregó: “Hay que generar instrumentos en pesos que compitan con el dólar, pero eso requiere una decisión de política económica real”.
Para concluir, afirmó: “Este proyecto no va a frenar la suba de precios ni a generar una mejora real en los salarios. Lo que está buscando López Murphy es instalar un tema simbólico y ganar relevancia política. Pero para mejorar la economía se necesitan decisiones estructurales, no un cambio de nombre”.