Un nuevo aumento en el precio de la carne vacuna sacudió la provincia, con incrementos que rondan el 10%. Esta subida, que se suma a las ya populares de la carne en el país, genera preocupación entre los consumidores, aunque los empresarios del sector sugieren que todavía la carne es una opción económica comparada con otras comidas. Sin embargo, la realidad es que los precios varían considerablemente entre los establecimientos.
Según el vicepresidente de la Cámara de Frigoríficos de la provincia, Julio Augusto, esta disparidad de precios se debe a que "cada comerciante decide lo que quiere ganar". Además, influyen los costos de la materia prima, lo que explica las diferencias entre quienes compran carne y quienes tienen toda la cadena de producción. Augusto recomienda a los consumidores "caminar y buscar calidad y precio" para encontrar la mejor opción.
En un recorrido por carnicerías de Resistencia, se encontraron diferencias notables: el vacío y la costilla oscilan entre los $11.000 y $12.000 pesos el kilo en la zona sur, mientras que en el centro se pueden conseguir a $7.000. Los empresarios del sector señalan que han estado "absorbiendo costos" hasta que no pudieron evitar el aumento, el cual debió haber llegado antes, en la época de fiestas, aunque esto no ocurrió.
A pesar de este incremento, los empresarios insisten en que la carne sigue siendo accesible en comparación con otras opciones alimenticias. No obstante, reconocen que las ventas disminuyeron y que se nota una baja en el consumo en todos los aspectos de la economía. La suba también responde a la baja de stock por la sequía.
