El mundo del catch argentino está de luto tras el fallecimiento de José Luis Arévalo, conocido por su icónico personaje de Kanghay El Mongol en el programa Titanes en el Ring. Arévalo falleció a los 83 años tras una afección cardíaca, dejando un gran vacío en el corazón de sus seguidores y un legado imborrable en la historia del espectáculo y deporte argentino. Su trayectoria es recordada por su versatilidad como luchador, actor y doble de riesgo.

Arévalo nació el 21 de mayo de 1941 en Villa Lugano, y desde joven mostró interés por el deporte. Sus inicios en la lucha libre se dieron bajo la tutela de Tobías Giordano, quien fundó Colosos de la Lucha, un espacio alternativo tras separarse de Titanes en el Ring. En este espacio, Arévalo interpretó el personaje de Cheyenne, un cowboy que marcó a toda una generación. Sin embargo, su destino cambió al llegar a Titanes en el Ring en 1977, donde interpretó a Salvatore Campisano, un luchador italiano que peleaba descalzo.

En 1978, la carrera de Arévalo dio un giro al asumir el rol de Kanghay El Mongol, uno de los generales de Genghis Khan. El parecido físico de Arévalo con el personaje fue clave para su elección, convirtiéndose en una de las principales atracciones del programa. Kanghay, un luchador rudo y poderoso, se mantuvo como personaje recurrente en las temporadas de 1978, 1979, 1980 y 1982, y regresó en 1997, demostrando su impacto en la audiencia. El personaje destacaba por su fuerza física, técnicas marciales y un estilo inspirado en la lucha savate.

Además de su participación en Titanes en el Ring, Arévalo dejó su marca en el cine en películas de aventura y fantasía como Deathstalker (1983) y Barbarian Queen (1984). También trabajó como doble de riesgo en películas de Gerardo Sofovich, quien lo incorporó a su programa La Noche del Domingo como árbitro de pulseadas. Arévalo terminó convirtiéndose en Arévalo, el Campeón de las Pulseadas en Campeones del Ring en 1999.

A pesar de sus múltiples facetas, el público siempre lo recordará como Kanghay El Mongol, el guerrero implacable que marcó una época en el deporte espectáculo argentino. Sus últimos años los pasó en paz, rodeado de su familia, pero su leyenda sigue viva.