Homicidios brutales: ¿Cuestión psiquiátrica o de odio reprimido?

5 de junio 2025, 18:56hs

Dos recientes y estremecedores casos de homicidio-suicidio sacuden a la sociedad, generando una profunda consternación. Uno ocurrió en Villa Crespo, donde una persona asesinó a toda su familia, y el otro, aún más impactante, en Tres Arroyos, donde un hombre mató a su mujer, viajó con sus hijos, intentó estrellarse y, al no lograrlo, los ahogó en una zanja antes de intentar suicidarse. Estos sucesos llevan a una pregunta fundamental sobre la relación entre los tratamientos psiquiátricos y la convivencia familiar.

Sin embargo, el doctor Enrique de Rosa Alabaster, psiquiatra forense y médico legista, aclara que la causal psiquiátrica es infrecuente en los homicidios. Según estadísticas mundiales, solo un ínfimo 2% al 5% de los crímenes son cometidos por enfermos psiquiátricos. Esto significa que el 95% al 97% restante de los homicidios son perpetrados por personas "normales".

El experto enfatiza que las "personas normales" son capaces de cometer actos horribles cuando sufren pasiones y buscan vengar sus propias frustraciones, sin necesidad de estar "locos". Al comparar el caso de Villa Crespo con el de la familia en Tres Arroyos, el doctor destaca una diferencia en la modalidad: la asombrosa y repugnante forma en que se dio muerte a los dos hijos pequeños en Tres Arroyos habla de venganzas, emociones reprimidas y otras cuestiones más allá de un brote psicótico.

La estructura criminológica del acto en Tres Arroyos es lo que llama la atención: el asesino mató a su mujer de una manera "muy precisa" y "organizada", luego buscó a los niños y los ahogó, culminando con su intento de suicidio. Esta secuencia temporal y la modalidad no son típicas de un brote psicótico, sino que sugieren una construcción de otro tipo, donde se descarga una dosis de odio y venganza, buscando que "el mundo para ellos sea terminado, entonces que se termine el mundo para todos, incluidos sus hijos".

Finalmente, el doctor de Rosa relaciona estos eventos con un incremento en el malestar psíquico y emocional en la sociedad, señalando que hace 20 o 30 años no se hablaba constantemente de estos temas. Pone como ejemplo otro caso reciente donde un policía asesinó a la pareja de su ex pareja y luego se suicidó, indicando que estos cuadros de desajuste emocional, a veces vinculados a conflictos laborales o frustraciones íntimas, pueden llevar a una persona a pensar que la vida no tiene salida y a buscar este tipo de desenlaces, sin que necesariamente exista una patología psiquiátrica diagnosticada.

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