Como peatones, somos parte fundamental del sistema de tránsito, interactuando constantemente con los demás usuarios de la vía pública. Sin embargo, nuestra vulnerabilidad es innegable, ya que en un choque entre un vehículo y un peatón, este último tiene mayores probabilidades de resultar gravemente herido. A pesar de ser algo cotidiano, convivir con el creciente número de vehículos en las calles presenta un desafío constante que no debe tomarse a la ligera.
Las conductas de riesgo entre los peatones son comunes y muchas veces inconscientes. Cruzar la calle distraídos, no respetar las señales de tránsito, caminar por la calzada, o jugar en la vía pública son algunos ejemplos de comportamientos peligrosos. Además, actuar de manera imprudente al cruzar con las barreras bajas o sin tener en cuenta las señales del semáforo también son conductas que aumentan el riesgo de accidentes.
Un estudio titulado "Peatones en alto riesgo" resalta estos comportamientos y nos invita a reflexionar sobre qué nos motiva a arriesgarnos, y cómo podemos cambiar esos hábitos por comportamientos más seguros. La seguridad de los peatones depende en gran medida de nuestra conciencia y acción al transitar por la vía pública.
Una excelente herramienta educativa dirigida a estudiantes de nivel primario es la película “Los cazadores de peatones”, acompañada de una guía didáctica para los docentes. Esta película tiene como objetivo concienciar y educar a los niños, invitándolos a observar y registrar los comportamientos de los peatones en su comunidad, fomentando la importancia de ser peatones responsables.
Fuente: Luchemos por la Vida.