El 19 de diciembre se celebra el Día Internacional del Emo, un movimiento cultural que marcó a toda una generación y que, a pesar de los años, sigue siendo una parte importante de la música y la moda. Con su estilo característico de cabello oscuro cubriendo parcialmente los rostros, ojos delineados en negro, y un aire melancólico, los emos se destacaron en la escena cultural de principios de los 2000.
Aunque no existe un origen claro de esta fecha, se cree que los fanáticos crearon esta celebración en esa misma época, en un intento por rendir homenaje a un movimiento que, más que una moda, fue una forma de vida. El término “emo” proviene de "emocore", una rama del post-hardcore, y se asocia con letras de canciones profundas y emocionales, a menudo confesionales, que reflejan el dolor, la tristeza y las vivencias personales.
A través de su estética, con camisetas de bandas, jeans ajustados y cadenas, los emos crearon una identidad que fue tanto un refugio como una forma de rebelión ante una sociedad que muchas veces no comprendía su sensibilidad. Pero más allá de los estereotipos de depresión y tristeza, el movimiento representaba una búsqueda de autenticidad y un espacio para aquellos que sentían emociones intensas.