El 7 de enero se celebra el Día Mundial del Sello Postal, una fecha que recuerda el nacimiento de Heinrich Stephan, el hombre que organizó el sistema postal en Alemania y fundó la Unión Postal Universal (UPU), la organización que permitió estandarizar las reglas internacionales para el intercambio de cartas y paquetes. Este sistema, que a finales del siglo XIX fue adoptado por casi todos los países del mundo, exceptuando a China, marcó un hito en la comunicación global, permitiendo un flujo de información más rápido y seguro en un momento donde el correo era la única forma de intercambio de noticias y bienes a larga distancia.
Aunque hoy en día parezca algo obsoleto, debido a la masificación de internet, correos electrónicos, redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea, la UPU logró unificar los métodos postales de tal manera que el correo fue el servicio de intercambio más importante hasta la llegada de la era digital. Esta organización internacional sigue vigente, celebrando también el 9 de octubre el Día Mundial del Correo, una fecha proclamada oficialmente para recordar la importancia del servicio postal en la conectividad global.
A pesar de que en la actualidad casi nadie utiliza el correo tradicional, el valor de un sello postal ha adquirido una relevancia considerable en el ámbito de la filatelia. Algunos de estos pequeños artefactos pueden llegar a tener un valor impresionante debido a su antigüedad, su diseño artístico, y la cantidad de reproducciones existentes en el mundo. Un ejemplo claro de ello es el Penny Black, el primer sello postal del mundo, creado en 1840 por el británico Rowland Hill. Este simple diseño, que mostraba un perfil de la Reina Victoria y la inscripción "Postage" con la cifra "One Penny" en la parte inferior, hoy está valorado en más de dos mil millones de dólares.
El Penny Black, a pesar de su modesto tamaño, ha pasado a ser una pieza codiciada por los coleccionistas, y tener un ejemplar en una carpeta es considerado por muchos como un logro monumental en el mundo de la filatelia. Este curioso mercado de sellos postales es testimonio del valor histórico que han adquirido estos objetos pequeños, pero significativos, que alguna vez fueron esenciales para la comunicación y hoy en día siguen siendo símbolos de un pasado que, a pesar de los avances tecnológicos, sigue despertando admiración.