Durante su columna semanal sobre Derecho Exprés en Radio Facundo Quiroga, el abogado Carlos Althabe explicó los aspectos clave sobre los testamentos en la legislación argentina, destacando su importancia en la organización del patrimonio y la prevención de conflictos familiares. “Las reuniones familiares muchas veces terminan en desencuentros por los bienes del fallecido. El testamento es una herramienta legal que permite ordenar esta situación”, señaló.
En Argentina existen dos tipos principales de testamento: el testamento por escritura pública y el testamento ológrafo o manuscrito. El primero debe ser realizado ante escribano público, con la presencia de dos testigos hábiles y no beneficiarios del testamento, y su gran ventaja es que goza de presunción de validez y autenticidad. En cambio, el testamento manuscrito debe ser escrito íntegramente a mano por el testador, con firma y fecha, y aunque no tiene costo, puede presentar problemas al momento de su validación judicial.
“En el caso del testamento manuscrito, si falta la fecha o la firma, puede anularse”, explicó Althabe. Además, aclaró que no es válido si no fue escrito de puño y letra del testador. Este tipo de testamento puede quedar guardado y pasar desapercibido, por lo que muchas veces es necesario que el testador informe a alguien de confianza sobre su existencia.
Respecto a la revocación o modificación del testamento, el abogado precisó que es posible hacerlo cuantas veces se desee: “Un testamento puede ser modificado o revocado por otro posterior, e incluso el matrimonio posterior a un testamento lo anula automáticamente”. Además, subrayó que no es necesario el consentimiento de los herederos o beneficiarios para realizarlo o modificarlo.
Finalmente, Althabe destacó que ante una sucesión, se consulta al Colegio de Escribanos para verificar si existe un testamento por escritura pública registrado. En caso de que solo exista un testamento manuscrito, la validación requiere una pericia caligráfica y su protocolización. “El testamento no evita la sucesión, pero puede ordenar y simplificar muchos conflictos familiares que aparecen después de una pérdida”, concluyó.