El Dr. Hugo Ramos, director del Hospital Pediátrico, habló sobre cómo prevenir y actuar ante casos de intoxicaciones accidentales en niños, un tema recurrente por su peligrosidad. Con la curiosidad natural de los más pequeños, los niños exploran el entorno y, en ocasiones, terminan ingiriendo sustancias peligrosas. "Ellos son exploradores y, en algunos casos, prueban lo que encuentran", comentó en Radio Facundo Quiroga.
Uno de los peligros más comunes son los productos de limpieza o medicinas, que, si no se almacenan adecuadamente, pueden ser ingeridos por los niños. "Nunca se deben guardar en botellas de gaseosa u otros envases que les llamen la atención", explicó, recordando que estos elementos pueden tener colores y formas que atraen la curiosidad infantil. Además, los adultos deben ser conscientes de que los medicamentos deben ser almacenados fuera del alcance de los niños y no al alcance de la vista, ya que "si los niños ven a los adultos tomar una pastilla, pueden intentar ingerirla también".
Ante un caso de intoxicación, Ramos enfatizó la importancia de acudir rápidamente al hospital. "Lo primero que hay que hacer es concurrir lo más rápido posible al hospital, porque en muchos casos podemos intervenir rápidamente y hacer lavados gástricos para evitar que la sustancia se absorba completamente", indicó. A pesar de que algunos padres intentan actuar en casa, como hacer vomitar al niño, el doctor desaconseja esta práctica. "No le den nada, ni agua ni jugos, ni le hagan vomitar. La consulta debe ser inmediata, y si es posible, traer lo que el niño haya ingerido", aconsejó.
En cuanto a los síntomas, el director destacó que cada tipo de intoxicación requiere un tratamiento específico, y que la consulta médica es fundamental. "No se debe hacer nada por cuenta propia porque, en algunos casos, lo que parezca una mejora temporal puede enmascarar un cuadro grave que se desarrollará más tarde", alertó. Así, la rapidez en la atención médica es esencial para evitar complicaciones mayores.
Finalmente, recalcó que la prevención es clave. "No hay que subestimar la curiosidad de los niños, y los adultos deben ser conscientes de los riesgos y tomar medidas para prevenir estos accidentes", concluyó.