¡Quién no recordará aquella interpretación de "El último café"! Una voz clara y melodiosa entonaba me dí tu vanidad y entonces comprendí mi soledad dándole vida a una triste canción que pareciera enaltecer el desamor.

Corría el año '64, un viernes 26 de noviembre cerca de las 9 de la mañana, Julio María Sosa Venturini o simplemente Julio Sosa, el varón del tango, fallecía tras chocar a bordo de su DKW Fissore rojo en la esquina de Figueroa Alcorta y Mariscal Castilla, en el barrio porteño de Palermo.

Nacido en Las Piedras, Uruguay, supo abrazar el tango desde muy joven y se estableció como una figura icónica del género así como Carlos Gardel y Roberto Goyeneche. Una historia de vida que va desde la vida humilde al éxito que trascendió épocas y límites territoriales.

La voz del Varón del tango aun resuena a pesar de los años y se resiste al olvido en canciones como "Cambalache", "En esta tarde gris" y "Rencor". Piezas musicales cargadas de pasión que solo en boca de Julio Sosa ya constituyen dignos elementos del vitral musical de Argentina.

Son 55 años de la partida del Varón del Tango, mucho tiempo despés de aquella trágica mañana. Pero dejó impregnado en la memoria colectiva de los amantes del tango sus excelsas interpretaciones y una imagen mental del Buenos Aires arrabalero que antaño transitaron tantos grandes.