En diálogo con Radio Facundo Quiroga, Néstor Braslavsky, referente de la organización civil Árboles Urbanos, criticó duramente las podas realizadas por el municipio en distintos sectores de Resistencia. “Los árboles son seres vivos, si tenemos médicos para las personas y veterinarios para los animales, también necesitamos gente idónea para trabajar con árboles”, afirmó. Y sentenció: “Esto que llaman poda responsable en realidad es una poda irresponsable”.
Braslavsky señaló que los trabajos sobre ejemplares sanos, como los realizados en López y Planes del 0 al 500, implicaron mutilaciones graves. “Salieron a enfermar árboles de manera sistemática. Hicieron agujeros de más de 10 centímetros que deberían haberse sellado, y eso genera ingreso de patógenos. Es como que a una persona le hagan tres agujeros juntos en el cuerpo y la dejen así”, explicó.
También cuestionó la falta de planificación y conocimiento técnico en las intervenciones. “Los árboles tienen su propia arquitectura para resistir vientos y otras condiciones. Cuando cortás las ramas bajas que los equilibran, el árbol queda expuesto y termina partiéndose. Están dejando copas enormes en troncos debilitados”, advirtió. Y agregó: “Los árboles no se podan porque lo necesitan, se podan porque nosotros lo necesitamos, pero con criterio”.
Desde Árboles Urbanos proponen la conformación de un consejo consultivo integrado por especialistas y organizaciones civiles. “Necesitamos un espacio donde podamos opinar y asesorar. En la ciudad se hacen podas sistemáticas sin criterio, sin personas capacitadas, y los daños que vemos hoy van a empeorar en 5 o 10 años”, alertó. También explicó que, aunque el daño ya está hecho, todavía se puede actuar: “Hay que sellar los cortes con una mezcla de parafina y cemento para evitar la pudrición”.
Finalmente, Braslavsky llamó a tomar conciencia sobre la importancia del arbolado urbano. “Extraen árboles por supuestos peligros sin pruebas firmes. Están sacando tulipaneros africanos por una publicación que los acusa de tóxicos, cuando en realidad cumplen funciones fundamentales como dar sombra. Con temperaturas extremas como las nuestras, los árboles son una cuestión de vida o muerte”, concluyó.
