La basílica de San Pedro vuelve a llenarse de fieles que buscan despedirse del Papa Francisco, fallecido esta semana en el Vaticano. Por segundo día consecutivo, decenas de miles de personas desfilan frente al féretro del pontífice, en una ceremonia que mezcla recogimiento popular y despliegue diplomático internacional.
El funeral está previsto para este sábado 26 de abril y se espera un aumento considerable en la afluencia, que el miércoles ya había superado las 45 mil personas. Protección Civil estima que varias centenas de miles de fieles podrían llegar a Roma, impulsados también por el fin de semana largo en Italia.
El gobierno ha montado un importante operativo de seguridad en la capital ante la llegada de figuras internacionales como el presidente estadounidense Donald Trump, el ucraniano Volodimir Zelensky, el argentino Javier Milei y el príncipe William de Inglaterra. La ciudad ya muestra un ritmo alterado, entre misas, cánticos y cordones policiales.
Una vez concluido el funeral, el cuerpo de Francisco será trasladado a la Basílica de Santa María la Mayor, una de sus favoritas, donde será enterrado de forma sencilla, cumpliendo su último deseo.