La investigación por la muerte de Liam Payne sigue en curso y el Ministerio Público Fiscal apeló los sobreseimientos de tres imputados en la causa: el empresario Rogelio Nores, la gerenta del hotel Gilda Martín y el jefe de recepción Esteban Grassi. La fiscalía sostiene que la decisión de liberarlos de responsabilidad fue arbitraria y carece de fundamentos suficientes.
El fiscal Joaquín Gaset argumentó que se omitieron pruebas clave, como peritajes telefónicos y testimoniales pendientes. En el caso de Nores, la fiscalía lo señala como proveedor de dinero para la compra de drogas y destaca que incumplió su deber de cuidado sobre el músico. Mensajes de Payne revelan que el día de su muerte intentó conseguir cocaína con la ayuda de un conocido.
Mientras tanto, Ezequiel Pereyra y Braian Paiz, otros dos imputados, siguen procesados y con prisión preventiva por suministro de estupefacientes. La Justicia rechazó la excarcelación de Paiz por riesgo de fuga y posible obstrucción de la investigación.
Además, la fiscalía cuestiona la responsabilidad del personal del hotel, citando una llamada al 911 donde alertaban sobre el estado crítico de Payne y el peligro que representaba su balcón. Los fiscales insisten en que hay evidencia pendiente de análisis y que los sobreseimientos fueron prematuros.