Según el último relevamiento del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI), una familia tipo chaqueña –dos adultos y dos niños– necesitó más de un millón de pesos en marzo para no caer por debajo de la línea de pobreza. Así lo explicó Patricia Lezcano, titular del organismo, en diálogo con Radio Facundo Quiroga: “Es una situación alarmante porque los precios suben y los salarios siguen decayendo”.
El informe indica que el aumento mensual de los precios fue del 6,56%, empujado principalmente por los incrementos en cortes de carne y frutas y verduras, que superaron el 9% y 11% respectivamente. “Esto repercute directamente en el bolsillo de la gente, que cada vez tiene que resignar más productos para poder subsistir”, sostuvo. Solo en alimentos, la canasta básica superó los $439.000, y los servicios públicos hoy representan una carga casi equivalente.
La directora también remarcó la desconexión entre los ingresos y los costos de vida: “Una familia necesita más de cuatro salarios mínimos para no ser pobre, y ni siquiera trabajando ambos adultos se llega a cubrir ese monto”. Además, señaló que el informe no incluye el costo del alquiler, lo que deja a muchas familias fuera del mercado de vivienda. “Muchos jóvenes que alquilaban debieron volver a la casa familiar porque no pueden sostenerlo”, añadió.
Los productos más relegados en el consumo cotidiano son los lácteos y las frutas, por su alto precio. “Una madre nos decía que ya no puede darle una fruta diaria a sus hijos, quizás una por semana o cada quince días”, relató Lezcano. En el caso de los adultos mayores, la situación es aún más crítica: con jubilaciones mínimas de $340.000 (incluido el bono), se enfrentan a medicamentos que subieron un 370% y una canasta que supera el millón de pesos.
“La realidad es muy dura para los hogares chaqueños”, concluyó y adelantó que el informe de abril seguramente refleje una situación aún más compleja debido al impacto de las nuevas medidas económicas.
