A casi seis años de la muerte de Beatriz Salomón, la Corte Suprema de Justicia de la Nación falló en contra de Jorge Rial, Luis Ventura y otras partes involucradas en la causa por la cámara oculta emitida en 2004, que provocó un grave daño emocional y profesional a la actriz. La sentencia, considerada histórica, marca un precedente sobre los límites del accionar de los medios y el respeto a la intimidad de las figuras públicas.
La demanda fue iniciada por Salomón tras la difusión de un informe del programa Punto Doc, en el que se involucraba a su entonces esposo, el cirujano Alberto Ferriols, en un escándalo con una persona travesti. Esa cámara oculta, sin su consentimiento, fue luego mostrada en vivo a la pareja durante su participación en Intrusos en la Noche, conducido por Rial y Ventura, lo que la actriz calificó como una traición y un acto premeditado.
El fallo ratificó que tanto América TV como la productora Endemol fueron responsables por la difusión del material, y estableció que “se atentó contra la intimidad y la dignidad” de Salomón, afectando su imagen pública, salud emocional y carrera. La Corte consideró que la fama no justifica la exposición mediática sin consentimiento y que hubo violación al derecho a la privacidad.
Aunque la actriz murió en 2019 sin ver justicia, sus hijas continuaron con la causa y ahora recibirán una indemnización millonaria que también había sido reconocida en un fallo previo de la Cámara Civil, que luego fue apelado por los acusados.
El caso marca un antes y un después en la jurisprudencia argentina en cuanto a la responsabilidad civil de los medios de comunicación y sus figuras, y refuerza el derecho a la intimidad incluso en contextos de exposición pública.