El mundo del espectáculo despide a Salvador “Toti” Ciliberto, quien falleció a los 63 años tras sufrir una hemorragia interna y un paro cardíaco. La noticia fue confirmada por su amigo y compañero Larry de Clay, quien lo acompañó hasta sus últimos momentos. “Estoy destrozado”, expresó con profundo dolor.
Ciliberto se ganó el cariño del público en los años 90 como uno de los humoristas más emblemáticos de VideoMatch, donde su carisma y talento para la comedia lo convirtieron en una figura inolvidable. Su versatilidad lo llevó a protagonizar múltiples sketches, conducir Adivina adivinador y participar en películas como Vivir intentando y Brigada explosiva: misión pirata.
Pero su vida no estuvo exenta de sombras. En entrevistas, reconoció haber luchado contra una fuerte adicción a la cocaína, un problema que casi lo destruye. “Uno cree que lo ayuda, hasta que te das cuenta de que te está matando”, confesó. Su punto de quiebre fue su familia y su fe, que lo ayudaron a salir adelante. En sus últimos años, se alejó de los excesos y se dedicó a dar testimonio de su recuperación en encuentros religiosos y en el teatro comunitario.
A pesar de haber vivido los altibajos de la fama, Ciliberto encontró su verdadera paz lejos de los reflectores. En sus propias palabras: “Más que actuar, les enseñaba a estar bien consigo mismos”. Su legado va más allá de la risa: es el de un hombre que se reconstruyó y dejó una historia de lucha y esperanza.