La situación de inseguridad en la zona sur de Resistencia está alcanzando niveles críticos. Vecinos de barrios como el de Cosmetólogos denuncian una ola de robos y narcotráfico que afecta gravemente su calidad de vida. Los robos, que van desde zapatillas hasta tanques de agua, ocurren a cualquier hora, mientras la venta de drogas se expande, especialmente en plazas y plazoletas, impidiendo que los residentes disfruten de sus propios espacios públicos.
Mirta, vecina de la zona, relató en Radio Facundo Quiroga que los arrebatos y las amenazas son constantes. "Nos están robando desde lo más mínimo hasta los tanques de agua. Es imposible vivir tranquilos", expresó, visibilizando la creciente presencia de narcotraficantes en la zona. Los residentes temen salir de sus casas por la violencia, y el miedo se ha apoderado de ellos, especialmente tras un tiroteo reciente en la calle Foussal.
A pesar de los intentos de organizarse, como la convocatoria a reuniones con la policía, los vecinos siguen sintiendo la desprotección. Un comisario reconoció los limitados recursos de la policía, pero instó a los ciudadanos a denunciar para poder tomar acciones. Sin embargo, Mirta lamentó: "A veces los robos son tan constantes que no sabemos si vale la pena seguir denunciando", revelando el cansancio y la impotencia de los vecinos.
Los residentes también han tomado medidas como crear grupos de WhatsApp y colocar alarmas vecinales, pero la inseguridad persiste. "No podemos ni salir de nuestras casas sin dejar a alguien. Vivimos con miedo todo el tiempo", comentó, destacando la falta de patrulleros y efectivos en la zona. La preocupación se extiende a los niños y adultos mayores, que ya no pueden disfrutar de los espacios recreativos del barrio por la presencia de consumidores de drogas.
La situación en la zona Sur de Resistencia requiere de una intervención urgente por parte de las autoridades. Los vecinos piden mayor presencia de la policía, mejores condiciones de seguridad, y un plan de acción para erradicar el narcotráfico. “Necesitamos vivir sin miedo”, concluyó la vecina, reflejando la angustia de una comunidad que lucha por su derecho a la seguridad y tranquilidad.
