Graban "dos novelas dentro de una misma novela". La situación es bastante inédita en la televisión -aunque tiene antecedentes- y ya no habrá mucho qué hacer al respecto, porquePequeña Victoria, la nueva tira de Telefe estrenada este lunes, está finalizando su etapa de grabaciones en dos semanas. Cuando la historia llegue a su fin, los dos galanes de la trama, Facundo Arana y Luciano Castro, nunca se habrán cruzado en una escena (salvo que suceda en los últimos capítulos). Y no por capricho de los autores, precisamente.
Cuando la productora del prestigioso cineasta Daniel Burman (Derecho de familia y El nido vacío, entre otros) armó el elenco estelar para la tira central del canal, apostando a una trama actual y moderna ligada a la cuestión de la subrogación de vientre y la crianza de una recién nacida en manos de "cuatro madres", no imaginó que debería armar toda una logística para que los galanes principales no tuvieran mayor contacto ni en el argumento ni en las grabaciones.
¿Están peleados? Es un misterio. Nada indica que así sea, ni públicamente ni de manera privada. El objetivo inicial del proyecto fue contratar a cuatro actrices de primera línea, que son las verdaderas protagonistas de la trama, y luego rodearlas de actores que cuenten con ellas sus historias. Así llegó la contratación de Facundo Arana, Luciano Castro, Daniel Hendler -aún no apareció al aire-, Nicolás Francella y Nacho Pérez Cortés, quienes están a cargo de acompañar las situaciones románticas de las protagonistas.
Pero claramente Arana y Castro están por encima del resto en cuanto a relevancia en la tira. Para el primero no solo se trata del desafío de romper con el clásico galán que ha hecho, porque aquí se enamora de una mujer trans (Mariana Genesio Peña). También lo es para él integrar un elenco coral, hoy muy en boga en la tele, porque viene de parejas clásicas de novela como único protagonista junto a una heroína, como en las tiras que ha hecho a lo largo de su carrera: Natalia Oreiro, la propia Julieta Díaz, Romina Gaetani y muchas más.
En cambio, Castro es un especialista en elencos corales compartiendo protagonismo con un grupo parejo, como en Cien días para enamorarse. El anterior programa en el que trabajó -éxito rotundo en la tele-, justamente lo tuvo como uno de los galanes. El otro era Juan Minujín, pero lejos del caso que contamos aquí, en esa tira ambos actores interpretaban a dos amigos que vivían juntos, compartían muchas escenas y llevaban la historia a la par.
Pero en Pequeña Victoria el caso de los galanes principales es bien distinto. Castro entró al elenco cuando estaba casi completo y el mismo actor confesó que él "pidió" estar en esta tira. Por ese lado, entienden algunos integrantes del equipo, habría venido cierta resistencia de Arana a compartir un protagónico tan estelar con otro galán a su mismo nivel -y en verdad bastante más de moda que él, por estos tiempos-, y de allí la decisión de no cruzarlos en los 60 capítulos de la novela. Por ese motivo se tuvieron que armar dos unidades de grabación, casi nunca compartiendo horarios de trabajo, ni escenas, ya que los "mundos" de cada uno en la trama no se tocan para nada. Arana es el pediatra de la bebé del título y se inserta en la historia de Emma; Castro es compañero de trabajo y el amor de Jazmín.
En las telenovelas, por lo general, cuando hay dos galanes principales, hacen de amigos, hermanos, o son rivales. En cualquiera de los casos, comparten escenas y tramas. Si de rivales se trata, mucho mejor. Los dos galanes de Resistiré, por citar un ejemplo, eran Pablo Echarri y Fabián Vena. Su rivalidad no les impedía estar juntos todo el tiempo en la novela (uno trabajaba para el otro) hasta llegar al clímax del final cuando se enfrentaban a todo o nada. En Montecristo pasó lo mismo pero con Echarri y Joaquín Furriel. El final los encontró juntos peleando a muerte. En la actual Argentina, tierra de amor y venganza, Benjamín Vicuña y Albert Baró son rivales, pero empezaron juntos la historia, y aunque tienen mínimos cruces, el desenlace volverá a encontrarlos.
Por eso lo inédito de este caso: aquí jamás, ni en una escena, habrá encuentros entre Arana y Castro, salvo que suceda al final, lo cual tampoco pareciera estar previsto en los libros. Es muy extraño que las dos cabezas de elenco masculino no se crucen hasta el final. No trabajaron nunca juntos antes, no tienen amigos en común en la vida, no coinciden. El mismo Castro lo reconoció en un móvil con Intrusos esta semana.
El tema del cartel en los créditos del programa completa el panorama. Castro aparece primero; y Arana solo y después. En una especie de cartel destacado. Pero después. Es la primera vez en una tira que el actor de Muñeca brava no aparece primero encabezando un elenco.
Los antecedentes del género recuerdan pocos casos tan marcados. En el año 1993, en el viejo canal 9 de Alejandro Romay, se hizo la segunda parte del éxito del momento, Ricos y famosos. La primera la habían protagonizado Natalia Oreiro y Diego Ramos, y el villano lo interpreta el recordado Oscar Ferreiro. Por el suceso, la tira siguió sin la pareja central, Ferreiro tomó protagonismo mayor y entró a la trama Arnaldo André como el galán principal. En ese caso tampoco se cruzaban los personajes, ni en las grabaciones ni en las escenas. Cosas de la televisión…
Fuente: Infobae