En una sesión legislativa marcada por divisiones y acuerdos inesperados, la Cámara de Diputados de Argentina aprobó la suspensión de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para las elecciones de 2025. La iniciativa, impulsada por el oficialismo, generó un amplio debate y fracturas en diversos bloques, incluyendo el kirchnerismo. La votación finalizó con 162 votos a favor, 55 en contra y 28 abstenciones, reflejando la complejidad y las tensiones políticas en torno a esta medida.
El oficialismo argumentó que la suspensión de las PASO busca reducir los costos de la política, cumpliendo así una promesa del presidente. Sin embargo, desde la oposición se cuestionó este argumento, señalando que no se especificó el destino de los recursos que se ahorrarían. Germán Martínez, jefe del bloque de Unión por la Patria (UxP), criticó la medida como una maniobra para desviar la atención de temas más importantes, como el Presupuesto 2025.
La falta de consenso dentro de UxP fue evidente durante la votación, con legisladores del Frente Renovador apoyando la suspensión, otros presionados por sus referentes provinciales y un tercer grupo absteniéndose para evitar alinearse con La Libertad Avanza (LLA). Miguel Ángel Pichetto, del bloque Encuentro Federal, argumentó que las PASO generaron inestabilidad y propuso una reforma constitucional para alinear los mandatos legislativos con el presidencial.
La suspensión de las PASO plantea interrogantes sobre el futuro del sistema electoral argentino y su impacto en la dinámica política. El proyecto ahora pasará al Senado, donde se espera que continúe el intenso debate. Esta medida, aunque temporal, podría marcar un precedente significativo en el panorama electoral del país.
