Las celebraciones de fin de año, tradicionalmente marcadas por el estallido de fuegos artificiales, pueden ser una pesadilla para muchas personas, en Radio Facundo Quiroga comentaron que especialmente lo es para aquellos con sensibilidad auditiva, como el pequeño Benja, quien padece el síndrome de Gould.
Benja, al igual que otros niños con autismo o condiciones similares, experimenta los ruidos fuertes de manera amplificada, lo que puede provocarle dolor, sobresaltos y una gran incomodidad. Una simple cañita voladora, que para la mayoría es solo un ruido festivo, para ellos puede convertirse en una experiencia aterradora. Es crucial tomar conciencia de que estas prácticas, aparentemente inofensivas, pueden causar un daño significativo en la calidad de vida de estos niños y de sus familias.
El problema no se limita solo al momento de la explosión. Las personas con hipersensibilidad auditiva pueden quedar con una sensación de zumbido o molestia persistente, afectando su estado de ánimo y su capacidad de interactuar. El impacto de la pirotecnia no es efímero; puede dejar a los niños perturbados y retraídos, impidiéndoles disfrutar de las fiestas. Además, la sensibilidad auditiva no es exclusiva de los niños. Adultos, personas con autismo y hasta las mascotas se ven afectados negativamente por estos estruendos. "Es necesario un cambio cultural donde se priorice el bienestar de todos por sobre la tradición de los fuegos artificiales", expresó Carla Soler, mamá de Benja.
Este cambio cultural implica buscar alternativas para celebrar que sean inclusivas y respetuosas. En lugar de gastar en pirotecnia, se puede invertir en otras formas de entretenimiento y unión familiar. Juegos, actividades y la simple compañía entre seres queridos pueden brindar momentos de alegría sin generar sufrimiento a quienes son vulnerables a los ruidos fuertes. Además, esta transición podría significar un ahorro económico, ya que el dinero destinado a fuegos artificiales puede ser utilizado para otras cosas que también se pueden disfrutar. La empatía es fundamental para comprender las necesidades de los demás y construir una sociedad más considerada.
Finalmente, la historia de Benja @la.sonrisa.de.benjamin nos invita a la reflexión y a la acción. Su experiencia con la pirotecnia y su hipersensibilidad auditiva nos muestra que cada ruido, por pequeño que parezca, puede tener un gran impacto en la vida de otros. Al elegir no usar fuegos artificiales, estamos fomentando la inclusión y la empatía. Estamos creando un entorno en el que todos pueden disfrutar de las fiestas, sin miedo y sin dolor. Es un llamado a cambiar la cultura, a mirar al de al lado y a construir un mundo en donde todos puedan celebrar en armonía, con conciencia y respeto.