Un hecho brutal conmocionó a Santiago del Estero cuando Nicolás Ábalos, un policía de Monte Quemado, asesinó a su hija de un año y a su ex suegra, hirió a otros familiares e intentó asesinar a su ex pareja y a su otro hijo. Tras el ataque, Ábalos se quitó la vida. El caso ocurrió en el barrio El Triángulo, donde el pequeño de 9 años logró escapar, dar aviso a los vecinos y evitar una tragedia mayor.
La masacre sucedió tras una discusión entre Ábalos y su ex mujer, Lorena Navarro, quien huyó a la casa de sus padres pidiendo auxilio. Según la investigación, el hombre irrumpió violentamente en la vivienda armado con dos pistolas, disparando sin piedad contra los presentes. Además, llevaba un cargador extra, lo que hace sospechar que el ataque podría haber sido premeditado.
El niño de 9 años recibió un disparo en la pierna, pero logró esconderse detrás de un auto, lo que le salvó la vida. Navarro y su padre, también heridos en el ataque, permanecen internados en estado reservado. La comunidad local está consternada por la brutalidad del crimen, mientras los investigadores intentan determinar los motivos detrás de la masacre.
El fiscal Santiago Bridoux señaló que los testigos relataron cómo Ábalos disparó indiscriminadamente antes de quitarse la vida. Las hipótesis principales apuntan a una reacción violenta tras la pelea con su ex pareja o un ataque premeditado, dado el nivel de preparación del agresor.
Este trágico hecho deja a una familia destruida y a una comunidad en estado de shock. El caso pone nuevamente en evidencia la necesidad de abordar con urgencia la problemática de la violencia familiar y el acceso a armas de fuego en contextos de conflictos personales.