La presión social sobre la maternidad y paternidad sigue afectando a muchas personas, especialmente a quienes enfrentan dificultades para concebir o han decidido no tener hijos. Tras bodas o en etapas de "cierta edad", la insistencia sobre los planes familiares puede resultar incómoda, sobre todo cuando se enfrentan expectativas tradicionales sobre la "familia ideal".
Los expertos coinciden en que una manera eficaz de manejar esta presión es establecer límites claros con respuestas asertivas. Estrategias como devolver la pregunta, usar el humor o simplemente ser directos y decir "no" pueden proteger la privacidad personal. Mercedes Suárez, psicóloga y sexóloga clínica, afirma que la presión social para tener hijos es más fuerte en las mujeres, debido a estereotipos de género y la idea arraigada de que "la mujer es madre". Además, señala que muchas personas aún asumen que todos deberían querer tener hijos, lo que puede generar malestar en quienes no lo desean o tienen problemas de fertilidad.
Por otro lado, la perspectiva de género es clave para entender cómo las expectativas sociales afectan tanto a mujeres cis como a mujeres trans. La psicóloga Gabriela Perrotta subraya que es esencial empoderar a las mujeres, niñas y adolescentes para que tomen decisiones sobre la maternidad sin la presión de cumplir con estereotipos de género.
Cuando se trata de preguntas invasivas, las respuestas asertivas ayudan a mantener el control de la conversación sin necesidad de justificar la decisión. Usar el humor o hacer una afirmación directa como "no planeo tener hijos" puede ser efectivo, y es importante ser firme, especialmente si la presión viene de familiares cercanos.
La diversidad de tipos de familia también es una respuesta válida a la presión social, destacando que "familia" no es un concepto único y rígido, sino una construcción flexible que se adapta a diferentes formas de vida. Mungalez y Lazarovich coinciden en que visibilizar diversas formas de familia ayuda a reducir los estereotipos y la presión para cumplir con un modelo específico.
Finalmente, la noción del "reloj biológico" a menudo genera ansiedad, especialmente en las mujeres, pero los expertos sugieren desviar la conversación con respuestas que desafíen este argumento, como: "Hasta donde sé, mi reloj está funcionando bien". De esta forma, se puede cambiar el enfoque sin confrontar directamente y permitir que el individuo mantenga el control sobre su vida reproductiva.