Un lamentable incidente conmocionó a Sáenz Peña cuando un niño de seis años resultó herido accidentalmente por un disparo de escopeta, efectuado por su hermano mayor de 20 años. El hecho ocurrió por la noche en una vivienda del barrio Mitre, sobre calle 12. Afortunadamente, el menor fue trasladado al hospital local, donde los médicos confirmaron que sus lesiones eran leves y que su vida no corría peligro.
Lo que evitó una tragedia mayor fue un detalle crucial: según explicó el padre de los jóvenes a la Policía, el cartucho utilizado no contenía perdigones, sino únicamente el taco. Este elemento impactó en el pecho del niño, pero al carecer de municiones, no provocó heridas penetrantes, lo que resultó en un milagroso escape de un daño más grave.
Tras el suceso, la Fiscalía de Investigación Penal N.º 3 intervino de inmediato, caratulando la causa como "supuestas lesiones leves con arma de fuego". Como parte de las diligencias, la fiscalía ordenó la toma de declaraciones testimoniales y el secuestro del arma, una escopeta de doble caño, recortada, con culata de madera prefabricada. El arma fue incautada por personal de la División Unidad de Seguridad Hospitalaria y remitida a la unidad policial para continuar con la investigación.
Actualmente, el niño se encuentra fuera de peligro y recuperándose, mientras las autoridades avanzan en la investigación para determinar con precisión todas las circunstancias del hecho. Este incidente subraya la importancia de la seguridad con armas de fuego y la fortuna que, en este caso, evitó un desenlace fatal para el menor.