Un equipo de la Universidad de Ginebra (UNIGE) ha descubierto un organismo unicelular capaz de formar estructuras muy similares a los embriones, por lo que la vieja pregunta de si fue antes el huevo o la gallina podría tal vez contestarse en favor del primero.
En términos evolutivos, la incógnita puede reformularse como si los procesos relacionados con los embriones —estructuras complejas que marcan el desarrollo inicial de organismos pluricelulares— precedieron o no a la aparición de los primeros animales multicelulares.
Este descubrimiento en sedimentos marinos en Hawai de la Chromosphaera perkinsii sugiere que los programas genéticos responsables del desarrollo embrionario podrían haber existido mucho antes de la evolución de los animales.
La investigación revela que este organismo es inusual. Aunque es unicelular, su ciclo de vida incluye una fase en la que forma colonias multicelulares. Estas colonias persisten durante aproximadamente un tercio de su vida y presentan diferenciación celular, es decir, las células adoptan funciones distintas dentro de la estructura. Estas colonias exhiben una estructura sorprendentemente parecida a los embriones animales.
En términos prácticos, esto significaría que las capacidades que asociamos con los embriones multicelulares —como la diferenciación celular y la organización estructural— no son exclusivas de los animales. Más bien, representan un fenómeno que podría haber aparecido antes, favoreciendo la hipótesis de que “el huevo”, entendido como la capacidad embrionaria, antecedió al “animal”, la gallina.