Al ser consultado por el medio estadounidense CBS sobre la permanencia de Maduro en el poder, el mandatario respondió directamente: “Diría que sí. Creo que sí”.
Estas declaraciones se dan mientras Estados Unidos intensifica su presencia militar en el Caribe, donde envió militares y navíos para desarticular el tráfico ilícito de drogas y proteger la patria. En las últimas semanas, se reportaron más de 15 ataques estadounidenses contra presuntas embarcaciones de tráfico de drogas en el Caribe y el Pacífico, que causaron la muerte de al menos 65 personas.
A pesar del aumento de la actividad militar, Trump minimizó los temores sobre una posible guerra inminente contra Venezuela, declarando: "Lo dudo. No lo creo". Por su parte, Maduro, quien fue acusado de narcotráfico en EE. UU., asegura que Washington utiliza el tráfico de drogas como un pretexto para "imponer un cambio de régimen" en Caracas y apoderarse del petróleo venezolano.
En este contexto de tensión creciente, el Pentágono informó que el Cuerpo de Marines de Estados Unidos llevó a cabo entrenamientos que incluyeron maniobras de desembarco e infiltración en territorio puertorriqueño. Según el Comando Sur del Ejército estadounidense (SOUTHCOM), la Vigésimo Segunda Unidad Expedicionaria de Marines realizó “operaciones de entrenamiento en Puerto Rico”.
Las imágenes difundidas por SOUTHCOM mostraron un aerodeslizador (LCAC) realizando un desembarco anfibio con apoyo de helicópteros de transporte y ataque, así como escuadras de Marines que aseguraron posiciones de tiro y avanzaron en acciones de infiltración con vehículos tácticos todoterreno. Expertos afirman que este aumento del despliegue militar y las maniobras en el Caribe intensifican los temores ante una posible acción armada contra el régimen de Nicolás Maduro.
