La Cámara de Diputados fue escenario de una sesión que terminó en gritos y empujones, pero que permitió a la oposición lograr una "victoria discreta". Este miércoles 2 de julio, se aprobaron dos emplazamientos clave para obligar al oficialismo a debatir proyectos considerados "incómodos" por su impacto fiscal: el aumento del financiamiento para las universidades nacionales y la declaración de emergencia para el Hospital Garrahan. La tensión escaló hasta que el presidente de la Cámara, Martín Menem, levantó la sesión.
El quórum de 129 diputados se logró gracias al aporte de los gobernadores, quienes atraviesan un momento de "mayor tensión" con el gobierno nacional por la caída de la recaudación y la falta de obra pública. A diferencia de otras ocasiones, diputados "funcionales al oficialismo" o afines a gobernadores como Martín Llaryora, Rogelio Frigerio, Carlos Rovira, Gustavo Sáenz y Alberto Weretilneck bajaron al recinto, evidenciando el "enfriamiento de la relación" con el gobierno.
Los emplazamientos aprobados, aunque no tenían dictamen de comisión y requerían una mayoría especial para ser votados directamente, obligan a las comisiones de Presupuesto y Educación a discutir el financiamiento universitario y a las de Salud, Familia y Presupuesto a tratar la emergencia pediátrica para el martes 8 de julio. La iniciativa del Garrahan surge tras la crisis presupuestaria que atraviesa el hospital pediátrico.
El clima en el recinto se fue tensando a medida que la sesión avanzaba, con cruces por temas como el juicio de YPF y el conflicto entre Israel y Palestina. La situación explotó cuando diputadas kirchneristas, como Paula Penacca y Lorena Pokoik, fueron a increpar a José Luis Espert. La confrontación se desató a raíz de la detención de militantes acusadas de vandalizar la casa de Espert, un hecho que la cumbia K denunció como un "acting". El escándalo, con gritos y empujones, llevó a la suspensión de la sesión por falta de quórum.
Aunque los emplazamientos no tienen un impacto inmediato en la aprobación de leyes, sí obligan al oficialismo a llevar los temas a comisión. La oposición planea aprovechar estos dictámenes para solicitar una sesión sobre universidades y Garrahan antes del receso de invierno, buscando capitalizar la coyuntura política y la presión sobre el Gobierno.