Si bien en los últimos 10 días la provincia tuvo un pequeño respiro con las breves precipitaciones registradas en puntos localizados, esto no es suficiente. Ya que en la última reunión estratégica, la Administración del Agua (APA) advirtió que en los últimos tres años ha caído un tercio menos de milimetraje en las precipitaciones. De manera que se necesitaría de más de un año de lluvias para recuperar la humedad del suelo.

Así lo comentó Marcos Pastori, presidente de la Sociedad Rural del Chaco, quien brindó a Radio Facundo Quiroga un panorama general de la crítica situación que sobrellevan con dificultad los pequeños productores ganaderos en la región.

"Lo que estamos atravesando es cada vez más difícil porque ya estamos avizorando la llegada del otoño, en donde la curva de crecimiento del pasto natural en el campo empieza a declinar. Si la humedad no llega los campos no se recuperan, y con la posterior llegada del invierno el panorama es poco alentador", expresó el presidente.

El déficit hídrico que atraviesa la zona desde los últimos tres años es tan alta que faltaría un año completo de precipitaciones para compensarlo. Un hecho que de acuerdo a Pastori se ve reflejado en el día a día, en la reducción de las napas de agua: las acumulaciones de agua subterránea ubicadas a diferentes alturas del subsuelo. "Vemos todos los días cómo el agua que nos está salvando disminuye. Las aguas superficiales se secaron todas y las grietas que hay en el suelo son realmente impresionantes", comentó.

Este es el dramático panorama que viven los pequeños productores en la región. Motivo por el cuál, a través del Decreto del Poder Ejecutivo Nº 76/2023 se declaró la Emergencia Agropecuaria para las actividades ganaderas y agrícolas en la totalidad en la provincia, estableciendo una serie de medidas para aguantar la crisis.

Sin embargo, la ayuda del Poder Ejecutivo no podrá frenar la caída de la producción, debido a que la sequía prolongada ha afectado profundamente el largo ciclo productivo de la ganadería. Tal como lo explica Pastori: "El ciclo productivo para que un trozo de carne llegue al consumidor es de 4 a 5 años en condiciones normales. En esta situación de emergencia, se estuvo reduciendo mucho el stock por venta forzosa de los animales en pie, porque los productores no tienen agua o comida para los animales".

A esto hay que sumarle que, de acuerdo al presidente, el porcentaje de preñez de las vacas fue muy bajo en sus correspondientes temporadas. De manera que para 2024 habrán menos terneros, provocando que en 2025 habrá menos animales en pie para vender y consumir.

"La realidad es que con toda la carga impositiva, lo que cuestan los insumos, y la logística,  la producción se ve muy afectada. Así que en los aumentos del precio, los pequeños productores están tratando de recuperar algo de lo que perdieron, pero no hay ganancia (...) Es por eso que todo lo que discutimos en la reunión de ayer lo necesitamos ya. El pequeño productor necesita urgentemente estás medidas, porque sino no podrá recuperarse", finalizó Pastori.