El arroz, uno de los alimentos básicos que componen la canasta alimentaria, atraviesa por una escalada inflacionaria cuyo techo está lejos aún de alcanzarse.
Ya a principios de este 2023 se advertía que este producto podía ocasionar un verdadero dolor de cabeza en los bolsillos de los argentinos.
Es que los efectos de la sequía en las provincias productoras ya se sentía en las góndolas de los supermercados del país.
No obstante ahora, a la inclemencia climática, se le sumó a mediados de este año una importante suba del precio internacional del grano que hizo que muchas empresas del país en ese sector empezaran a volcarse al mercado internacional, descuidando el local.
Sin primeras marcas
Por todo lo anterior, hoy el arroz es el producto envasado que mayor suba de precios registra los supermercados y también comercios de cercanías de todo el país.
En muchos casos las denominadas “primeras marcas” desaparecieron de los mostradores, por lo que en algunas provincias se empezó a limitar la venta a una mínima cantidad de paquetes por persona o grupo familiar.
Actualmente en los comercios, muchas menos variedades de lo habitual e incluso se registran faltantes de algunas presentaciones clásicas. La faltante y los incrementos son aún más notorios en los kioscos o comercios barriales, espacios donde recurren en primer lugar las familias de menores recursos.
Es así que el vicepresidente de la Confederación General Almacenera del país Fernando Savore anticipó que en los próximos días esperan un aumento del 40% en el precio del arroz.
Menos producción
Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, Santa Fe, “Chaco, Entre Ríos y Corrientes reportaron un 21% menos en la cosecha de arroz del ciclo 2022/23. La superficie cultivada registró una caída del 16% (34.800 ha).
Y aunque el clima seco, como ocurrió por tercer año consecutivo a causa de La Niña, es favorable al cultivo, “se registraron severos inconvenientes en las labores de riego que provocaron la pérdida del 9 % (17.150 ha) del área sembrada”.





