Luego de la temprana eliminación de la Copa Libertadores y la conclusión de su aventura en Estados Unidos, se marca el inicio de una inminente reestructuración en su plantilla. El Xeneize se enfocará únicamente en el Torneo Clausura y la Copa Argentina para el segundo semestre del año.
La dirigencia y el cuerpo técnico determinó que la plantilla actual es extensa para tan pocas competencias, lo que generará una serie de salidas en las próximas semanas, independientemente de los refuerzos que puedan llegar. Esta decisión subraya la necesidad de ajustar el plantel a los desafíos domésticos restantes.
Entre los jugadores con salida casi asegurada se encuentran Cristian Lema y Esteban Rolón, a quienes el director técnico Miguel Ángel Russo ya informó que no tendrá en cuenta. Lema, de hecho, ni siquiera fue incluido en la lista para el Mundial de Clubes y entrena de forma individual. Marcos Rojo también se perfila para rescindir su contrato tras perder consideración y tener diferencias con la directiva y el cuerpo técnico.
Otros futbolistas clave cuya continuidad es incierta y depende de ofertas son Sergio Romero, quien podría irse si le llega una propuesta económica atractiva, y Frank Fabra, a pesar de tener uno de los salarios más altos, con interés desde Colombia. Boca también evalúa la venta de figuras con alto valor de mercado, como Kevin Zenón, por quien se esperan ofertas superiores a los 10 millones de dólares, y Exequiel Zeballos, cuya cláusula de salida de 15 millones de dólares es el objetivo del club ante el interés de Arabia Saudita y otros mercados.
Adicionalmente, otros nombres como Javier García, Ignacio Miramón, Juan Barinaga, Agustín Martegani y Lucas Janson podrían ser negociados o salir a préstamo, completando así una significativa renovación del plantel Xeneize para encarar el resto de la temporada.