El último fin de semana largo de 2025, celebrado por el Día de la Inmaculada Concepción, se consolidó como un momento crucial de movilidad turística antes de la temporada de verano. De acuerdo con el relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), un total de 1.377.810 turistas se desplazaron por el país. Este movimiento generó un impacto económico total de $ 249.370 millones a lo largo del feriado.
El desempeño del sector turístico fue considerado sólido para esta época del año, a pesar del clima inestable y los pronósticos de tormentas. El número de viajeros alcanzó un crecimiento significativo del 43,5% en comparación con el mismo feriado de 2023. Esta tendencia reafirma la relevancia de los feriados largos de noviembre y diciembre como dinamizadores tempranos de la temporada estival.
En cuanto a los hábitos de consumo, la estadía promedio fue de solo dos noches, una duración menor en comparación con los 2,6 días que se registraron en 2023. Esta reducción refleja la tendencia de las familias a privilegiar "escapadas más cortas, cercanas y de bajo costo presupuestario" en un contexto de menor poder adquisitivo. A pesar de esto, el gasto promedio diario por turista fue de $ 90.495, lo que se traduce en un 8,8% más en términos reales que en 2023, reflejando un mayor esfuerzo de consumo por parte de los viajeros.
El movimiento de este último feriado contribuyó al balance general de 2025: en lo que va del año se celebraron ocho fines de semana largos, durante los cuales viajaron 13.342.750 turistas por el país. Estas escapadas representaron un movimiento económico estimado en $ 2.971.578 millones, lo que subraya su efecto dinamizador sobre las economías regionales y los beneficios que aportan a miles de pymes vinculadas con la actividad turística.
