Las provincias de Chaco, Formosa y Salta se encuentran en alerta debido a una sequía que amenaza gravemente al sector agropecuario. Las altas temperaturas y la falta de lluvias ponen en riesgo tanto los cultivos como el ganado, generando una gran preocupación entre los productores de la región. Ante esta situación crítica, la Confederación de Asociaciones Rurales de las Provincias del Chaco y Formosa (ChaFor) solicitó a los gobiernos provinciales un alivio impositivo, proponiendo mantener los valores de los impuestos del año 2024, con el mismo sistema de descuento por pago anual.
La solicitud de ChaFor se suma a otros reclamos relacionados con los altos costos de los insumos y la incertidumbre de los precios en los mercados internacionales. Si bien el sector ve con buenos ojos la baja de los derechos de exportación decidida por el Gobierno hasta junio, busca una "eliminación definitiva". En Salta, la situación es similar, con disparidad en las lluvias que afectan de forma desigual a las distintas zonas. La falta de agua retrasa la siembra de maíz y soja, y pone en riesgo la siembra de porotos.
Según el Director General de Agricultura de Salta, Juan Garay, los departamentos más afectados son Anta, Rivadavia, San Martín y Orán. Técnicos del gobierno provincial evalúan la situación, pero el problema se agudiza por la falta de fondos nacionales de emergencia. A pesar de que existe una Ley de emergencia a nivel nacional, no hay fondos disponibles para hacer frente a esta crisis.
En conclusión, los productores del norte argentino enfrentan una situación crítica debido a la sequía, y solicitan medidas urgentes a los gobiernos provinciales para mitigar las pérdidas y asegurar la continuidad de sus actividades. La falta de asistencia a nivel nacional agrava la situación, dejando a las provincias a cargo de encontrar soluciones a esta problemática.