Cada 16 de junio se celebra en Argentina el Día del Ingeniero, una fecha que busca reconocer la labor y el compromiso de quienes se dedican a esta profesión fundamental para el desarrollo de una sociedad más moderna y sostenible. El origen de esta conmemoración se remonta a 1865, año en el que se creó la carrera de Ingeniería en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
La iniciativa para la creación de los estudios de ingeniería en el país fue impulsada en 1855 por el ingeniero y pintor francés Carlos Enrique Pellegrini —padre del futuro presidente argentino Carlos Pellegrini—, quien propuso al rector de la UBA, José María Gutiérrez, incorporar esta carrera al ámbito académico.
Así, el 16 de junio de 1865 se formalizó el nacimiento de la carrera de Ingeniería en el Departamento de Ciencias Exactas de la UBA. Para dar inicio al dictado de clases, fueron convocados tres profesores italianos: el matemático Bernardino Speluzzi, el naturalista Peregrino Strobel y el ingeniero civil Emilio Rosetti, quienes se encargaron de enseñar las 18 materias del plan de estudios original.
Cinco años más tarde, el 6 de junio de 1870, Luis Augusto Huergo se convirtió en el primer ingeniero graduado de Argentina. Formó parte de una camada inicial de doce alumnos que cursaron Ingeniería Civil en la UBA, marcando un hito fundacional en la historia de la educación técnica en el país.
Desde entonces, cada 16 de junio es una oportunidad para reconocer el aporte de miles de ingenieros e ingenieras que, con su trabajo, contribuyen al crecimiento económico, el avance tecnológico y el bienestar social de la Argentina.