El Gobierno liderado por el presidente Javier Milei ha dado un paso significativo hacia la desregulación del sistema de salud en Argentina, con la publicación del decreto 171/2024. Esta medida, que afecta tanto a las obras sociales sindicales como a las empresas de medicina prepaga, busca nivelar el campo de juego y brindar a los beneficiarios una verdadera libertad de elección en materia de afiliación.
Una de las disposiciones más destacadas del decreto es la imposición a las empresas de medicina prepaga de un aporte al Fondo Solidario de Redistribución (FSR), equivalente al 20% del total de las cuotas percibidas. Este fondo respalda el sistema solidario de salud y busca equiparar las condiciones de competencia entre las prepagas y las obras sociales.
El impacto de esta desregulación se hará sentir a partir del primer día del segundo mes posterior a su publicación en el Boletín Oficial. Sin embargo, se establece un período de adaptación para garantizar su correcta implementación.
Hasta ahora, el esquema de contribuciones mensuales estaba limitado a las obras sociales, mientras que las prepagas realizaban aportes parciales al Fondo, derivados de los recursos provenientes de las cuotas cobradas a través de obras sociales intermediarias. Con esta medida, se busca promover una competencia más justa y transparente en el ámbito de la salud, en beneficio de los usuarios y el sistema en su conjunto.