Un nuevo estudio llamado "Líderes o Jefes" de Bumeran encendió una alerta en el mundo laboral argentino. Revela que el 77% de las personas trabajadoras consideró renunciar a su empleo debido a una mala relación con su superior. Este porcentaje no solo es alto, sino que marca una tendencia en ascenso, aumentando 7 puntos respecto a 2024 y 25 puntos en comparación con 2023.
La percepción sobre el liderazgo es un factor clave. El 64% de los encuestados no considera a su superior un/a líder, un dato que también crece respecto al año anterior. Este hallazgo subraya la urgencia de que los jefes se transformen en verdaderos líderes que inspiren, motiven y acompañen a sus equipos, según destacó el CEO de Bumeran.
Pero, ¿qué define esta mala relación? Entre quienes tienen una percepción negativa, las razones principales son claras: el 50% siente que su jefe no escucha sus necesidades, el 48% que no recibe el apoyo esperado, y el 47% que no confía en su personal. En general, el 52% de los trabajadores describe la relación con sus superiores como regular o mala.
En contraste, las cualidades más valoradas en un jefe son escuchar y contribuir al crecimiento del equipo (64%), y confiar en ellos y brindarles autonomía (58%). Curiosamente, el 83% de los trabajadores argentinos cree tener las cualidades para ser líder y un 87% desearía tener esa oportunidad, motivados principalmente por mejorar las condiciones laborales y contribuir al éxito de la organización.
Ante este panorama, las empresas se enfrentan a un desafío crucial. La relación con el líder impacta directamente en la permanencia del talento, la productividad y la cultura organizacional. Es fundamental que las compañías inviertan en programas de formación y mentoría para fortalecer el liderazgo y evitar que la rotación de personal siga siendo un problema.