El Estado Vaticano, como epicentro de la Iglesia Católica, volvió a arremeter contra las uniones de personas del mismo sexo. Por medio de un comunicado avalado por el Papa Francisco, la Iglesia ratificó su postura respecto de la homosexualidad, pero más allá de eso la calificó como "pecado" lo que reavivó la grieta al respecto en redes.
Es sabido que tanto la religión católica, en sus distintas expresiones, como la evangélica, ampliamente difundida en América Latina durante finales del Siglo XX, tienen un rechazo absoluto a la unión entre personas del mismo sexo. Esto a su vez siempre ha dividido las aguas en la opinión pública, especialmente en el mundo hispanohablante donde la Fe se encuentra intrínsecamente arraigada.
Desde el Vaticano, la Iglesia católica respondió formalmente a una pregunta sobre si los religiosos católicos podían bendecir las uniones entre personas del mismos sexo y aclararon que no pueden aprobarlo porque Dios "no puede bendecir el pecado".
A través de una explicación de dos páginas, publicada en siete idiomas y autorizada por el propio Papa Francisco, la Congregación para la Doctrina de la Fe se opuso a la bendición de parejas homosexuales.
“La presencia en esas relaciones de elementos positivos, que en sí mismos son valorados y apreciados, no puede justificar estas relaciones y convertirlas en objetos legítimos de bendición eclesiástica, ya que los elementos positivos existen en el contexto de una unión no ordenada por el plan del Creador”, indicó la respuesta oficial de El Vaticano.
Esto ratifica la postura férrea de toda la estructura eclesiástica y demuestra un estancamiento paradigmático donde las nuevas generaciones desconocen la autoridad de esta institución. Tanto los colectivos feministas, de Derechos Humanos, LGTBIQ+ así como los sectores progresistas alrededor del mundo lo calificaron como un gesto retrógrado e innecesario. Además recordaron que "no se tiene la misma postura tan cortante ante los múltiples casos de pederastia que se registran en todo el mundo".
