La ministra de Educación del Chaco, Sofía Naidenoff, se refirió al polémico caso de un colegio religioso en Sáenz Peña que negó la preinscripción de estudiantes por el hecho de ser mujeres. En diálogo con Radio Facundo Quiroga, subrayó que la educación "no tiene géneros" y que este tipo de discriminación no tiene justificación pedagógica. "La educación no es una cuestión de géneros", afirmó, explicando que el cambio de paradigma sobre la inclusión de mujeres en instituciones educativas es algo que ya se viene trabajando desde hace años.
Naidenoff destacó que la situación fue "llamativa", especialmente en pleno siglo XXI. "Cuando nos enteramos, no lo creímos, ya que en Resistencia, por ejemplo, tenemos escuelas mixtas como la Don Bosco", señaló. Sin embargo, reconoció que la institución religiosa de Sáenz Peña tiene una historia arraigada en la separación por género, lo que dificultó la aceptación de esta nueva visión. "Cada proyecto y cada familia que inscribe a sus hijos sabe a dónde va, pero la educación debe ser laica y no estar dividida por géneros", agregó.
La ministra explicó que, tras la queja de los padres, su equipo trabajó en mediación con la institución. Aunque al principio no hubo una aceptación inmediata, se logró acordar un tiempo para reflexionar sobre el cambio. "Es un proceso muy arraigado, no fue fácil de entender, pero entendemos que es un cambio importante para una institución con tanta historia", comentó.
En este sentido, destacó que en áreas como la educación técnica, cada vez son más las mujeres que se destacan en campos tradicionalmente dominados por hombres. "Estuvimos en la feria de Autotec en Las Palmas, y la mayoría de los chicos que trabajaban en los talleres eran mujeres, con una gran capacidad para resolver problemas", destacó, remarcando que las habilidades no dependen del género. "Las capacidades se desarrollan y aprenden, y el campo educativo está ganando la discusión social", añadió.
Finalmente, Naidenoff aclaró que, en este caso, no habrá sanciones para la institución, ya que comprenden que se trata de un proceso histórico. "Lo que hicimos fue poner el tema en la justicia, ya que no hay ningún fundamento pedagógico ni psicológico para esta distinción entre géneros. La educación debe ser inclusiva para todos", concluyó.