En una entrevista reciente, el presidente Javier Milei ratificó que el esquema de poder en su Gobierno gira en torno a un "Triángulo de Hierro político" conformado por Karina Milei, Santiago Caputo y Guillermo Francos, a quien integró formalmente a su círculo de máxima confianza tras la interna por el cierre de listas en la provincia de Buenos Aires.
“Trabajo de manera hiperactiva con seis de los ocho ministerios. El funcionamiento del Gobierno está dividido de otra manera. Caputo es el estratega, mi hermana la armadora, y Francos se ocupa de los vínculos políticos. Solo sube a mí lo que necesita mi decisión directa”, explicó el mandatario, que aseguró estar "100% avocado a la gestión".
Milei adelantó que su proyecto de reformas continúa más allá de este año: “En 2027 voy a ser reelecto. Estoy hablando de la secuencia de reformas que van del 2025 al 2027”. En ese sentido, destacó el rol de Federico Sturzenegger en la desregulación, de Sandra Pettovello en Capital Humano y de Gerardo Werthein en relaciones exteriores. También mencionó a Luis Caputo en Economía y a Patricia Bullrich en Seguridad como figuras clave para sostener la coyuntura.
El presidente también abordó la tensión interna en el oficialismo. Confirmó el acercamiento entre Caputo y Eduardo “Lule” Menem, alfil de Karina Milei, y sostuvo que el foco está puesto en las elecciones legislativas bonaerenses de septiembre y en los comicios nacionales de octubre. “Mi elección en septiembre es un piso y para ellos un techo. En octubre va a ser una paliza”, pronosticó.
Consultado por la reciente suba del dólar, Milei y su ministro Luis Caputo minimizaron la posibilidad de una corrida cambiaria, destacando los “sólidos fundamentos” del programa económico. “Sabíamos que iban a venir a hacer daño y nos preparamos. Siempre buscan desestabilizar”, dijo el presidente, quien insistió en que la economía “se está expandiendo entre un 5% y 7%”.
Por último, el mandatario fue tajante al referirse a su vicepresidenta, Victoria Villarruel: “Roma no paga traidores”, afirmó. Acusó a la titular del Senado de haber habilitado una sesión “ilegal” que implicaría un “torpedo fiscal” equivalente a 2,88 puntos del PBI. “Ella lo habilitó porque estaba trabajando para el golpe que estaban gestionando en el Senado. Si el Gobierno volaba, se quedaba con los kirchneristas”, lanzó.
“Cada cosa que ella haga va a estar expuesta. Yo vine a hacer el mejor Gobierno de la historia. Si las lacras del Estado quieren llevarme puesto, se la van a tener que ver con la gente”, sentenció.





