Un reciente estudio de la consultora Bumerán, revelado por su CEO Tomás Bence Pieres, arrojó un resultado sorprendente sobre la relación de los argentinos con el trabajo. Contrario a lo que se podría pensar, la mayoría no solo valora su empleo, sino que lo ve como una elección. Bence Pieres afirmó: "el trabajo en realidad es una elección y que siete de cada diez argentinos seguirían trabajando, aunque no lo necesite".
La encuesta, realizada anualmente a nivel regional, muestra que el 72% de los trabajadores argentinos seguiría activo incluso sin necesidad económica. Las motivaciones, sin embargo, varían significativamente por rango etario. Mientras que "los mayores de 50 años, el motivo principal por el cual seguir trabajando es porque les gusta lo que hacen, disfrutan trabajar", los menores de 30 años manifiestan que lo harían "porque consideran que no tienen otra cosa para hacer". El segmento de 30 a 50 años se alinea más con los mayores, priorizando el disfrute laboral.
A pesar de la valoración positiva, el aspecto económico sigue siendo crucial. Tomás Bence Pieres destacó que el tema salarial es "sumamente importante" y que influye "un montón" en la satisfacción laboral. De hecho, la principal razón por la que algunas personas "no les gusta u odian su trabajo" es "porque el sueldo no es suficiente". Esto subraya una relación directa entre la satisfacción y la remuneración.
Respecto a las modalidades de trabajo, el estudio aborda indirectamente el impacto del home office. Aunque no fue una pregunta directa, el segundo motivo por el cual los encuestados "no les gusta el lugar donde trabajan o que lo odian" está relacionado con el lugar y la modalidad de trabajo. Post-pandemia, el teletrabajo "se convirtió en un tipo de trabajo casi normal", pero se observa una moderación con muchas compañías retornando a "modalidades previas a la pandemia", buscando "humanizar un poco el trabajo".
En el contexto latinoamericano, Argentina se posiciona como uno de los países donde más se valora el trabajo. Con un 72%, está solo por detrás de Ecuador, que registra un 85% de personas que seguirían trabajando, superando a Chile (68%). Bence Pieres admitió que estos resultados "nos sorprenden", indicando una tendencia notable en la región. Esto confirma la fuerte conexión de los argentinos con su vida laboral, más allá de la necesidad económica.
