La casa más famosa del país se volvió a sacudir con un giro inesperado: los 12 jugadores actuales de Gran Hermano (Telefe) recibieron la visita e incorporación de sus familiares y seres queridos, duplicando así el número de habitantes dentro del juego. El ingreso, anunciado por Santiago del Moro, marcó uno de los momentos más emotivos de la temporada y promete cambiar por completo la dinámica interna, redefiniendo alianzas, estrategias y conflictos.
Reencuentros que conmovieron
Uno a uno, los familiares cruzaron la puerta principal mientras los participantes esperaban en el SUM. Hubo abrazos, lágrimas, gritos y sorpresas. Entre los momentos más destacados estuvo el reencuentro de Devi con sus perros, Jaime y Bartolo, una sorpresa que lo dejó completamente conmovido, y el apasionado encuentro entre Luz y su novio, Alberto "El Pestañas" Murcia, quien llegó desde España para transmitirle tranquilidad y aliento.
También se vivieron instantes de gran emoción con la llegada de Giovanni, el joven hermano de Chiara, quien logró contenerla con su presencia, y Lucas Paletta, el esposo de Sandra, cuya aparición trajo calma en medio de rumores externos. Ambos protagonizaron abrazos eternos y reconfortantes que hicieron llorar a más de uno.
Nuevas energías, nuevas estrategias
Además de los reencuentros, los ingresos trajeron consigo promesas de apoyo y juego. Augusto Camaño, mejor amigo de Tato, ingresó con intenciones claras de reforzar su juego estratégico, mientras que Pablo Atkinson, amigo de Selva, apostó por el espectáculo y la energía como herramientas para impulsar a su compañera. La misma misión asumieron Cecilia Bragado, madre de Lourdes, y Melina Blanco, mamá de Lucía, quienes llegaron con discursos maternales y de contención.
Otras llegadas cargadas de color fueron la de Gisela Fenocchio, prima de Katia, que trajo una dosis de energía familiar y humor, y María “Titi” Ruíz, hermana de Eugenia, dispuesta a “picantear” si es necesario para que su hermana cumpla su sueño.
Un giro que lo cambia todo
Con la incorporación de los familiares, Gran Hermano entra en una nueva etapa. Las relaciones ya establecidas se verán forzadas a cambiar, se abrirán nuevos frentes de juego y, sobre todo, habrá mucho por observar. La convivencia se intensifica y los vínculos serán puestos a prueba.
Del Moro confirmó que los seres queridos permanecerán en la casa durante varios días, y que quien resulte el último en abandonarla recibirá un premio especial, aunque aún no se revelaron más detalles.
