El psicólogo social Carlos Frette, director del Centro de Estudios y Prevención de Problemas Sociales (CEPPS), abordó en Radio Facundo Quiroga la compleja relación entre los trastornos emocionales y el consumo problemático en mujeres. "De cada 10 personas que ingresan al tratamiento, solamente dos son mujeres, y de esas, solo una lo termina", destacó. Esta alarmante estadística refleja las dificultades únicas que enfrentan las mujeres en su camino hacia la recuperación.
Frette explicó que las presiones sociales desempeñan un papel crucial en esta problemática. "Las mujeres suelen tener que hacerse cargo de los hijos y otras responsabilidades que, en general, los hombres no tienen", comentó. Esta carga emocional y familiar complica su proceso de tratamiento, el cual ya exige un gran esfuerzo y, en ocasiones, implica un alejamiento de los hijos, lo que genera una tensión adicional.
El psicólogo también abordó la estigmatización que enfrentan las mujeres adictas en comparación con sus pares masculinos. "La violencia física y emocional que padecen, sumada a la presión social de ser 'la madre ideal', alimenta una imagen negativa de sí mismas", afirmó. Esta presión puede llevar a una profunda sensación de culpa y vergüenza, lo que a menudo dificulta que busquen ayuda.
Además, Frette señaló que la edad y la condición socioeconómica influyen en la experiencia de las mujeres con adicciones. "Las mujeres jóvenes tienen concepciones más liberadas sobre el consumo, mientras que las adultas mayores a menudo ocultan su adicción debido a las expectativas sociales", explicó. Esto crea un escenario en el que muchas mujeres solo buscan tratamiento cuando ya han alcanzado un estado crítico en su vida.
Finalmente, el psicólogo concluyó que es fundamental contar con un enfoque integral en el tratamiento de adicciones. "Un tratamiento exitoso debe incluir un equipo interdisciplinario que aborde no solo la adicción, sino también la gestión emocional y familiar", enfatizó.