*Por Victoria Godoy
Liam Payne, exintegrante de la emblemática boy band británica One Direction, falleció trágicamente a los 31 años tras caer del tercer piso de un hotel en el barrio porteño de Palermo, Argentina. Su repentina muerte ha dejado un vacío en el corazón de millones de fanáticos que lo admiraron y siguieron a lo largo de su carrera musical.
Nacido el 29 de agosto de 1993 en Wolverhampton, Inglaterra, Liam desde joven soñaba con ser corredor olímpico. Sin embargo, su pasión por la música lo llevó a unirse a Pink Productions a la edad de 12 años, donde empezó a cantar y a presentarse en público. Durante su adolescencia, enfrentó momentos difíciles de bullying, lo que lo llevó a practicar boxeo y estudiar tecnología musical en el City of Wolverhampton College.
Su gran oportunidad llegó en 2008, cuando audicionó para "The X Factor". En 2010, la jueza Nicole Scherzinger recomendó que se uniera a Harry Styles, Niall Horan, Zayn Malik y Louis Tomlinson para formar One Direction, una banda que rápidamente se convirtió en un fenómeno global.
Con éxitos como "Best Song Ever" y "Story Of My Life", One Direction marcó a toda una generación y vendió millones de discos en todo el mundo.
En 2016, Liam decidió seguir su camino como solista, firmando un contrato con Capitol Records. Su sencillo debut, "Strip That Down", fue un éxito, y continuó lanzando canciones que resonaron con su base de fans. Además, en marzo de 2017, se convirtió en padre de Bear Grey Payne, fruto de su relación con la cantante Cheryl Tweedy.
A lo largo de su carrera, Liam también enfrentó desafíos personales significativos. En diversas entrevistas, habló sobre sus "momentos oscuros", caracterizados por ataques de ansiedad y agorafobia. En 2023, tras una ausencia de las redes sociales, reveló que había ingresado a un programa de rehabilitación para tratar su adicción al alcohol. "No me reconocía a mí mismo", confesó en una de sus últimas apariciones, demostrando la vulnerabilidad que enfrentó.
La noticia de su fallecimiento ha provocado una ola de tributos y homenajes de sus seguidores, quienes recuerdan el impacto que tuvo en sus vidas. En Buenos Aires, fanáticos se reunieron en el hotel donde ocurrió la tragedia, encendiendo velas y cantando canciones de One Direction como símbolo de amor y respeto por su legado.
Liam Payne no solo fue un destacado músico, sino también un símbolo de lucha y perseverancia para muchos. Su música y su historia seguirán resonando en los corazones de aquellos que crecieron escuchándolo, asegurando que su legado perdure en el tiempo.
