Keith Chen, economista de la Universidad de Yale, llevó a cabo un estudio innovador que reveló cómo los monos capuchinos pueden entender y utilizar el dinero de manera similar a los humanos.
A través de un experimento en el Hospital Yale New Haven, los primates aprendieron a intercambiar monedas por golosinas, mostrando una capacidad para tomar decisiones económicas basadas en incentivos.
El estudio alcanzó un punto inesperado cuando un mono, Félix, tiró su cesta de monedas, generando caos mientras los otros monos luchaban por recogerlas. Este evento resaltó su comprensión del valor monetario. De manera aún más sorprendente, algunos monos utilizaron las monedas para obtener servicios sociales, como el sexo, indicando una sofisticada comprensión de los incentivos económicos más allá de lo básico.