El Senado se encuentra en el centro de la controversia tras activarse la denominada "dieta 13", aprobada en abril, que permitirá a los legisladores recibir medio aguinaldo en enero de 2025. Esto ocurre mientras se debate la posibilidad de extender el congelamiento de haberes, actualmente vigente hasta fin de 2024, lo que podría evitar dietas que superarían los $9 millones en bruto.
La dieta de los senadores se compone de 2.500 módulos, a los que se suman mil por gastos de representación y 500 por desarraigo. Este esquema, además, incluye un aguinaldo adicional que desde su implementación ha representado más de $7 millones en bruto. Cabe destacar que sólo Alicia Kirchner, senadora oficialista, renunció a estas percepciones al optar por mantener su jubilación.
En abril, oficialismo y oposición acordaron un sistema de congelamiento de sueldos, vigente hasta el 31 de diciembre, como respuesta a las críticas por aumentos salariales en la Cámara alta. No obstante, este congelamiento no incluye el medio aguinaldo que se cobrará en enero, lo que ha generado tensiones internas entre quienes buscan mantener el freno a las subas y quienes optan por actualizar los valores de los módulos, hoy fijados en $2.225,25.
El esquema actual también enfrenta complicaciones con la reforma del Impuesto a las Ganancias, que ahora afecta todos los conceptos salariales. Según senadores consultados, esta medida ha reducido los ingresos netos en comparación con meses anteriores, generando un descontento generalizado.
El trasfondo de esta discusión refleja un problema estructural: la dificultad para financiar la política en Argentina. La percepción pública sobre el poder adquisitivo de los legisladores, sumada a los escándalos relacionados con patrimonios injustificados, sigue afectando la imagen del Senado, que atraviesa el cierre de un año marcado por tensiones internas y críticas externas.