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La actualización del informe Perspectivas Económicas Mundiales lanzado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta un crecimiento del 2% para la economía argentina durante este año, de acuerdo al apartado referido a América Latina.
Los datos se dieron a conocer este miércoles 1 de febrero en Washington, trazando un complejo panorama para la región. Ya que de acuerdo a los economistas del Hemisferio Occidental del organismo, Gustavo Adler, Nigel Chalk y Anna Ivanova, “América Latina enfrenta una desaceleración del crecimiento y una alta inflación en medio de tensiones sociales”.
Tanto para 2023 como para 2024, el FMI espera que la economía argentina avance 2%, ligeramente por encima del promedio de Sudamérica (1,5% este año y 1,9% el próximo), pero por debajo del 4,6% de crecimiento registrado por el país en 2022.
Por su parte, se prevé que el crecimiento en Brasil se desacelere de 3,1% el año pasado a 1,2% en el presente. Mientras que el aumento del PIB en los Estados unidos se reduciría de 2% en 2022 a 1,4% en 2023.
Con respecto a la inflación, la proyección del FMI para el año en curso coincide con la del gobierno argentino en el presupuesto, siendo la cifra del 60%. Esto se encuentra por debajo de las estimaciones privadas que, en promedio, prevén una suba de 98,4% (según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado que realiza el BCRA).
De manera que la proyección de inflación de 60% para la Argentina es la segunda más alta del continente americano. Por debajo de Venezuela – 150% -, pero encima de Surinam – 22,9%- y Haití -21%-.
Respecto al crecimiento, el organismo proyecta que este año disminuya a solo el 2%, en medio de un aumento en las tasas de interés y caídas en los precios de las materias primas. Esto al considerar que el empleo y el gasto del consumir en bienes y servicios se están desacelerando a la par del aumento de la desconfianza de los consumidores y las empresas.
Es por ello que el crecimiento también se verá frenado por una desaceleración en los socios comerciales, particularmente los Estados Unidos y la zona del euro.
El Fondo también advierte por la situación social en Latinoamérica. “La desaceleración del crecimiento, la alta inflación y la incertidumbre global significan que muchas personas en la región verán disminuir su nivel de vida este año y probablemente enfrentarán creciente ansiedad por su futuro”.
Con ello en cuenta, el FMI considera que las políticas deben centrarse en asegurar la estabilidad económica, estimular el crecimiento y la creación de empleo, apoyando el espíritu empresarial y atendiendo a los apremiantes necesidades sociales que enfrentan muchas personas en la región.