En el marco del homenaje a su extensa carrera como humorista chaqueño, Luis Landriscina compartió en Radio Facundo Quiroga su emoción por el reconocimiento recibido: “Son caricias al alma. Lo que más quiero agradecer es que fue por unanimidad y que no hubo discordia para que esto ocurra”.
Sobre lo que significan los reconocimientos a lo largo del tiempo y el recuerdo de su familia, expresó: “Me traen una serie de sentimientos encontrados porque me gustaría que viviera alguno de mi camada, mis hermanos ya no están, pero están los hijos, los nietos, mi hijo y mi nieto. Tengo la esperanza de que esto lo vean de arriba”.
Al recordar sus comienzos y las dificultades de sus primeros años lejos de su tierra, el humorista relató: “Cuando fui a Buenos Aires tenía un hijo de un año y mi señora dejó su puesto de maestra para acompañarme. No fue fácil, hubo dos años que metimos hambre con dignidad, pero hubo que pelearla”.
Sobre los valores que siempre eligió sostener en su carrera y su mirada sobre el país, Landriscina afirmó: “Apliqué lo que me educaron mis padres adoptivos y lo del cuadro artístico de la parroquia, nunca me tenté con la grosería ni con la falta de respeto. Un país necesita una sociedad y una construcción sólida donde se respeten las reglas”.
Al referirse a su presente personal y al Día del Humorista Chaqueño en su honor, el artista señaló: “Este año son 90 años de vida, con total lucidez. La parca hace rato que me anda rondando el rancho pero todavía no ha podido entrar. Que este día lo hayan propuesto mis colegas y aprobado por unanimidad en la Legislatura me enorgullece y me hace feliz”.





