El Comité Especial de Descolonización de la Asamblea General de las Naciones Unidas ha adoptado una nueva resolución que reitera el llamado a la Argentina y al Reino Unido a reanudar las negociaciones bilaterales. El objetivo es encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
La resolución, respaldada por todos los países integrantes del Comité de Descolonización, refuerza las demandas para que ambas naciones sigan lo establecido por las resoluciones de la Asamblea General. Durante la sesión en la sede de la ONU en Nueva York, diversas delegaciones apoyaron el llamamiento y los derechos soberanos de Argentina sobre las islas, con intervenciones destacadas de Paraguay y Brasil, representando al MERCOSUR y al Consenso de Brasilia, respectivamente. Ecuador también participó leyendo el Comunicado Especial adoptado por la Cumbre Iberoamericana.
La delegación argentina estuvo encabezada por la canciller Diana Mondino, acompañada por la vicegobernadora de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Mónica Urquiza, y otras autoridades y representantes del gobierno argentino. En su discurso, Mondino reafirmó los derechos de soberanía de Argentina y urgió al Reino Unido a comprometerse con una solución pacífica conforme a las resoluciones de la ONU.
Mondino recordó el histórico alegato del embajador José María Ruda en 1964 ante el mismo Comité, donde expuso los títulos históricos y jurídicos de Argentina sobre las islas. También mencionó la resolución 2065 de la Asamblea General de 1965, que recomendaba una negociación bilateral para descolonizar las Islas Malvinas.
La canciller enfatizó que la recuperación de la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas es un objetivo permanente e irrenunciable plasmado en la Constitución Nacional. Señaló que este tema trasciende las diferencias políticas y es una política de Estado, reflejada en la composición de la delegación argentina.
Argentina busca desarrollar una relación madura y de cooperación con el Reino Unido que permita un diálogo constructivo sobre temas de interés común y genere la confianza necesaria para retomar las negociaciones de soberanía.
