El Gobierno Nacional confirmó oficialmente la extradición a Estados Unidos del empresario Federico “Fred” Machado, principal señalado en una red de narcotráfico y lavado de activos. Esta decisión ejecutiva fue tomada de inmediato, horas después de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación habilitara el proceso.
El máximo tribunal, compuesto por Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, rechazó los argumentos presentados por la defensa de Machado y avaló el pedido de extradición formulado por la justicia estadounidense. La Corte confirmó que la solicitud cumplía con los requisitos de cooperación internacional y declaró procedente la extradición. Ante este fallo, el Presidente de la Nación instruyó a la Cancillería, la Jefatura de Gabinete y la Secretaría Legal y Técnica a instrumentar de inmediato los pasos administrativos y diplomáticos necesarios para dar cumplimiento a la decisión judicial.
Las acusaciones contra Machado son graves y provienen de un Gran Jurado Federal del Distrito Este de Texas. El expediente detalla que el empresario argentino enfrenta cinco cargos principales, entre ellos, la integración de una organización criminal dedicada a la posesión con intención de distribuir al menos cinco kilogramos de cocaína. Además, se lo vincula con la fabricación y distribución de la droga, presumiendo su importación ilegal a Estados Unidos, y se lo señala por una asociación ilícita para cometer lavado de dinero y conspiración para perpetrar fraude electrónico.
Hasta este martes, Machado se encontraba bajo arresto domiciliario en su casa de Viedma, pero su situación cambió drásticamente. La Policía Federal, encargada del traslado, lo movilizó a una unidad penitenciaria federal en esa misma ciudad. Machado quedará ahora bajo la custodia de las fuerzas federales en el penal mientras se completan los trámites para su inminente traslado a suelo norteamericano.
Al conocer la aceptación por parte del Poder Ejecutivo, Machado se manifestó ante un medio radial, sosteniendo que se "imaginaba algo así". El empresario se mostró desafiante y confiado, remarcando que solo le tiene "miedo a Dios" y que la Justicia americana "va a quitar esos cargos" de narcotráfico. Previamente, la defensa había intentado objetar la extradición alegando la inexistencia de “doble incriminación” y cuestionando la inconstitucionalidad del artículo 30 de la ley 24.767, pero la Corte desestimó estos planteos.
