El precio de la carne vacuna registró un incremento del 10% en la última semana de noviembre, una suba que pone fin a meses de estabilidad marcada por la caída en el consumo interno. Según el presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (FIFRA), Daniel Urcia, los precios aún reflejan un atraso del 60% frente a la inflación acumulada, y anticipó un nuevo ajuste del 10% antes de fin de año.
“La recomposición total de precios llegará en 2025, pero ahora hay margen para más aumentos”, señaló. Como ejemplo, explicó que cortes como la nalga, que deberían costar $14 mil según la inflación proyectada, actualmente se pagan alrededor de $8 mil, debido a la mayor oferta de ganado tras la sequía extrema.
El consumo interno de carne vacuna en Argentina cayó un 11,2% respecto a 2023, alcanzando un promedio de 47,2 kilos por habitante, el nivel más bajo en 28 años, de acuerdo con datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (CICCRA). Factores como la inflación, el aumento en los servicios y la pérdida del poder adquisitivo están empujando a los consumidores hacia opciones más económicas, como el pollo y el cerdo.
Pese a esta disminución en la demanda local, la producción de carne vacuna alcanzó su máximo en 15 meses, lo que favoreció un incremento en las exportaciones. Entre enero y octubre de 2024, el país exportó 784 mil toneladas de carne con hueso, un 12% más que en el mismo período del año anterior, marcando un récord histórico.